¿Le han hecho a usted alguna vez alguna pregunta que no ha podido contestar? – Si es una persona normal, probablemente me contestará que sí, pero piense por un momento... ¿Por qué no la pudo contestar?– La razón es simple, usted desconocía la respuesta, no estaba preparado para esa pregunta. En esta ocasión vamos a estudiar un episodio en la biblia donde el Señor Jesús contesta una pregunta muy difícil y cuya respuesta puede llevarnos a la vida eterna.
Marcos 12:28-34 28Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos?
Antes de analizar la respuesta de Jesús a esta interesante y complicada pregunta, observemos algunos detalles:
¿Quién se acercó a Jesús para preguntarle? –Fue un Escriba. Los Escribas eran los maestros de la ley. Según el nuevo diccionario ilustrado de la Biblia, un Escriba era una persona cuya profesión era estudiar detalladamente las Escrituras (que hasta ese momento era constituida por la Ley de Moisés, los Profetas y los Salmos). Estos Escribas eran los que antiguamente tomaron el oficio de “copistas”, ellos se habían encargado de “copiar” las Escrituras de forma manuscrita. En Israel eran considerados como maestros e intérpretes de la ley, si alguien tenía una pregunta relacionada a la Ley, era el Escriba la persona más indicada para responderla. La mayoría de los Escribas pertenecían a la secta de los Fariseos, de ahí que Jesús en muchas ocasiones los colocara en el mismo grupo “Escribas y Fariseos”.
¿Por qué decide preguntarle a Jesús? El mismo verso 28 nos da la respuesta, éste Escriba había escuchado a Jesús responder dos preguntas muy difíciles, preguntas que aún para un maestro de la ley serian difíciles de responder, una por parte de los Fariseos y Herodianos relacionada a que si era lícito Bíblicamente pagarle tributo al Cesar (Mr. 12: 14) y la segunda hecha por los Saduceos relacionada a si existía vida después de la muerte (Mr 12: 18,23). Para ambas preguntas Jesús tuvo un respuesta, y no una respuesta inventada por salir del compromiso, él tuvo la respuesta correcta, él dio una respuesta Bíblica.
Apliquemos esto a nuestras vidas: ¿Está usted preparado para responder las preguntas de la gente a la luz de la Biblia o contesta según lo que usted cree que es lo correcto? -Por ejemplo, que tal si alguien le pregunta sobre el divorcio ¿es permitido? ¿Cuándo si y cuando no?, ¿Cómo debe ser una relación de noviazgo?, ¿Qué dice la Biblia sobre la manipulación del genoma humano?, ¿Sobre la conducta metrosexual en los hombres?, ¿Cuál es la postura Bíblica ante el uso del internet y las redes sociales? ¿Puedo permitirles a mis hijos usar Facebook? - Todo creyente, discípulo de Jesús tiene la obligación de estar preparado Bíblicamente para responder las preguntas que el mundo tenga, si nosotros como iglesia no tenemos respuestas, entonces ¿quien? ¿Las novelas, los programas de televisión, la ciencia, las sectas?
La Biblia dice en 2 Tim. 2:15 15Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
1 Pedro 3:15 “…y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;”
A Jesús le tocó responder muchas preguntas y es precisamente un maestro de la Ley y no cualquier persona, el que se acerca a Jesús con una pregunta extremadamente difícil de responder, con una pregunta que no admite una respuesta equivocada; pero este Escriba no sabia que a quien le estaba preguntando era nada más y nada menos que al mismo autor de la Ley, a Jesucristo, Dios hecho hombre. ¡Amén!
¿Qué le pregunta el escriba? Mr. 12: 28 … ¿Cuál es el primer mandamiento de todos?
Detengámonos por un momento, ¿qué habría respondido usted? ¿Sabe usted cuantos mandamientos había en la Ley? -¡Eran alrededor de 613 mandamientos, no son sólo los 10 que conocemos! Imagínese tener que elegir su respuesta de entre 613 alternativas, aquí o sabe la respuesta o mejor quédese callado. Pero Jesús Sabia lo que iba a contestar. Jesús siempre tuvo las respuestas correctas.
La respuesta de Jesús:
29Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Jesús contestó citando lo que se conoce como el “Shema” que es una declaración judía de fe que se encuentra en Dt. 6:4-5
El “Shema” es un credo que encierra las verdades fundamentales de la religión judía, era recitado en las sinagogas al inicio de la ceremonia, los judíos piadosos aún lo recitan 2 veces al día. Con esta declaración se dejaba por sentado que sólo existe un único y verdadero Dios, creador de todo cuanto existe y que ese Dios merece TODA nuestra adoración.
¿Existe un solo Dios? –Claro que sí, la Biblia lo afirma, pero a la luz de toda la Escritura (principalmente con la revelación del Nuevo Testamento) nos damos cuenta que este único Dios existe en tres personas, Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios El Espíritu Santo (no son tres Dioses, es un solo Dios). Según algunos estudiosos del idioma hebreo, la Palabra “Dios” que aparece en Deuteronomio 6: 4-5 indica pluralidad en la unidad; lo cual es una referencia a la doctrina de la trinidad, que queda clara en el Nuevo testamento: un solo Dios que coexiste en tres personas. (Usted debe estar preparado para responder a aquellas sectas como los Testigos de Jehová, quienes dicen que Jesús no es Dios, ni tampoco el Espíritu Santo)
Regresemos a Marcos 12:30. Jesús contestó “Existe un único y verdadero Dios, y él merece que le adoren con todo su ser”.
Observe como traduce este verso la Biblia Lenguaje Sencillo: 30 Ama a tu Dios con todo tu ser, es decir, con todo tu corazón, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”
¿Cree usted que es posible amar a Dios con todo nuestro ser? –Humanamente no, por nuestros propios medios nunca podremos amar a Dios de esa manera. Amar a Dios con todo nuestro ser implica todo el corazón, toda el alma, toda la mente y todas las fuerzas - ¡ese es el tipo de amor que Dios se merece! no un amor parcial, ni un amor que se manifiesta sólo los domingos (o solo cuando me esta yendo mal en la vida), amar a Dios con todo nuestro ser es darle la prioridad e importancia que el se merece. Si amaramos a Dios con todo nuestros ser nunca haríamos nada que le ofendiera. ¿Cuántas ofensas ha hecho a Dios esta semana?- Si le ha ofendido, entonces no le ha amado con todo su ser.
¿Ama usted a Dios de esa manera? – el amor que nosotros le damos a Dios se queda corto ante este estándar definido en Deuteronomio 6 y Marcos 12. A pesar de que es Dios quien nos amó primero, nosotros no correspondemos a ese amor de la forma que dice la Biblia. ¿Cómo está su amor por Dios? ¿Está demostrando ese amor de manera práctica y real? -Dios merece que le amemos con TODO. (Algunos/as le dicen al novio/a que los aman con todo su ser -solo Dios se merece que le digamos y vivamos esa verdad-)
El resultado de amar a Dios con todo nuestro ser se encuentra en el verso 31.
31Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Ni usted ni yo podemos decir que amamos a Dios si no demostramos amor por demás, recuerde lo que dice 1 de Juan 4:20 20Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
Estos son los dos grandes mandamientos, amar a Dios más que a nosotros mismos y amar o otros como a nosotros mismos. Esta debe ser la vida que como cristianos debemos vivir, enfocados en primer lugar en Dios y luego en los demás.
Pero… ¿Cómo podemos cumplir estos mandamientos? Quiero que observe este diagrama:
Dice Gálatas 3:24 que la ley fue nuestro maestro (nuestro "ayo"), la Ley nos hace darnos cuenta que no podemos salvarnos a nosotros mismos, que necesitamos un Salvador y ese salvador es Cristo. El objetivo de la Ley es llevarnos a Cristo, ninguno de nosotros puede amar a Dios con todo su ser ni amar a otros como a uno mismo si no ha depositado toda su confianza en la persona de Jesús y en su obra salvadora de la Cruz.
Lucas 10:25, en relación a la misma historia que hemos estado estudiando, dice que el intérprete de la ley le preguntó a Jesús ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? Y Jesús le respondió has esto y vivirás. ¿Puede un ser humano cumplir estos dos grandes mandamientos? –Definitivamente No. Sólo por medio de Jesús podemos heredar la vida eterna, esto es precisamente lo que le faltó al Escriba.
Marcos 12:32-34 32Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; 33y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.
(El Escriba entendió que Dios no quería ningún sacrificio o rito religioso, Dios deseaba que le amaran con todo su ser y que ese amor lo compartieran con otros) ¿era suficiente entender esta verdad? –Veamos lo que contesta Jesús.
34Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.
Si usted ya reconoció a Jesús como su único y suficiente salvador, entonces su vida debe estar enfocada en amar a Dios con todo (Dios debe ser su prioridad), pero también debe interesarse y amar a los demás como a usted mismo.
Quizás usted en estos momentos esté se encuentra en la misma situación de éste Escriba, conoce la palabra de Dios, ha escuchado el mensaje del evangelio, quizás usted tiene semanas visitando una inglesia, asistiendo a un grupo de estudio Bíblico, pero aún no ha confiado en Jesús como su salvador personal... ¡Hoy es el día! ¡Usted puede dar el paso que le faltó al escriba! -como diría Jesús quizás usted “no está tan lejos del reino de Dios...” pero estar cerca y estar dentro no es lo mismo. ¿Quiere usted estar dentro del reino? ¿Quiere usted gozar de la seguridad de la vida eterna? –Reconozca a Jesús como su Salvador personal, deposite toda su confianza en él y en lo que hizo por usted en la cruz, haciendo esto podrá heredar la vida eterna.